El Pequeño Tambor
Escena 1: Un Pueblo en Agitación – La Noticia del Salvador
(La escena abre en un pequeño pueblo de Belén, con casas de adobe y calles llenas de gente. Los aldeanos hablan emocionados sobre un rumor: un niño ha nacido, y los ángeles han anunciado que es el Salvador. El joven Daniel, un niño de 10 años, lleva un tambor viejo y gastado, colgado al cuello. Observa a la multitud con curiosidad y cierta tristeza, porque no tiene nada valioso para ofrecer.)
Vecino 1: (hablando con entusiasmo) ¡Los pastores lo vieron con sus propios ojos! Dicen que un ángel les habló, y la luz del cielo los guió hasta un establo.
Vecino 2: (emocionado) ¡El Mesías ha llegado! Debemos ir a verlo y llevarle nuestros mejores regalos.
(Daniel escucha a escondidas, aferrando su tambor con fuerza. Su ropa es simple y está desgastada, y en sus ojos hay una mezcla de esperanza y preocupación.)
Daniel: (en voz baja) Pero... yo no tengo ningún regalo digno de un rey.
Escena 2: La Duda y el Desaliento
(Daniel se sienta en una roca cerca de las afueras del pueblo, mirando cómo la gente pasa cargada de regalos: cestas de frutas, mantas finas y valiosas ofrendas. Se le acerca una niña, Sara, que lleva un ramo de flores silvestres.)
Sara: (sonríe) ¿Vienes conmigo a ver al niño, Daniel?
Daniel: (mirando su tambor con tristeza) No puedo, Sara. Mira, todos llevan algo hermoso para él, y yo solo tengo este viejo tambor. ¿De qué sirve la música para un rey?
Sara: (con compasión) Pero a veces, lo que damos con amor es lo que más importa. Tal vez tu música sea suficiente.
(Daniel suspira y mira el tambor, sin estar convencido. Sara se marcha con una sonrisa alentadora, y Daniel queda solo, perdido en sus pensamientos.)
Escena 3: La Reflexión en la Noche
(Daniel camina por el campo, golpeando su tambor suavemente mientras habla consigo mismo.)
Daniel: (con voz temblorosa) "Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor." (pausa) ¿Podría mi música realmente significar algo para Él? ¿O es un sueño infantil pensar que importa?
(Mira hacia el cielo estrellado, donde una estrella brilla más intensamente que las demás. Cierra los ojos y recuerda las palabras de su madre fallecida.)
Voz de la Madre de Daniel: (eco suave) Daniel, todo lo que hagas, hazlo con amor y de corazón. Incluso la música más humilde puede ser un regalo precioso si la tocas con alegría.
(Daniel siente una nueva determinación. Se levanta, aprieta el tambor con decisión y comienza a caminar hacia la luz de la estrella, decidido a ofrecer lo único que tiene.)
Escena 4: El Establo de Belén – El Encuentro con el Rey
(Daniel llega al establo, donde ve a la Sagrada Familia: María y José están junto al pesebre, cuidando al recién nacido Jesús. Pastores y aldeanos están reunidos, presentando sus regalos. Daniel se queda en la puerta, temeroso.)
José: (notando a Daniel) Ven, pequeño. No tengas miedo.
(Daniel se acerca lentamente, sintiendo las miradas de los demás sobre él. María lo observa con dulzura.)
María: (con una sonrisa cálida) ¿Traes un regalo para el niño?
(Daniel baja la mirada, avergonzado.)
Daniel: (nervioso) No tengo oro, ni incienso, ni nada valioso. Pero... (toca el tambor suavemente) Sé tocar música. ¿Puedo tocar para Él?
(María asiente, y Daniel respira hondo. Se arrodilla frente al pesebre, cierra los ojos y comienza a tocar el tambor, con cada golpe resonando con amor y devoción. Su música es simple pero sincera, llena de emoción. Los espectadores se quedan en silencio, conmovidos.)
Escena 5: El Milagro del Amor y la Fe
(A medida que Daniel toca, el ambiente en el establo cambia. El niño Jesús abre los ojos y parece sonreír, como si entendiera el regalo humilde y precioso que se le ofrece. Una suave luz envuelve a Daniel, y las lágrimas caen por su rostro.)
Daniel: (con voz quebrada) Esto es lo único que tengo, mi Señor. Pero lo toco con todo mi corazón... solo para Ti.
(María y José intercambian miradas llenas de asombro y amor. Los pastores y aldeanos observan con lágrimas en los ojos, sintiendo el poder de la fe y el amor de Daniel. La música cesa, y Daniel se queda en silencio, esperando alguna señal.)
José: (emocionado) Tu música ha traído alegría a nuestro corazón. Tu regalo es puro y verdadero.
(María se inclina y besa a Daniel en la frente.)
María: Lo que das con amor siempre es suficiente. Tu música ha honrado a nuestro hijo, el Salvador.
(Daniel sonríe, y una paz profunda llena su corazón. Se da cuenta de que su don, aunque simple, fue valioso porque lo ofreció con todo su ser.)
Escena 6: La Celebración de la Humildad
(Daniel sale del establo, y la luz de la estrella ilumina su rostro. Sara corre hacia él, viendo la felicidad en sus ojos.)
Sara: (entusiasmada) ¿Lo hiciste? ¿Tocaste para el Rey?
Daniel: (asintiendo) Sí, y entendí que no importa cuán pequeño o humilde sea nuestro regalo. Lo que importa es hacerlo de corazón.
(Los dos niños se abrazan y ríen, y otros niños del pueblo se acercan, pidiendo a Daniel que toque su tambor otra vez. Él lo hace, y la música resuena por todo Belén, llevando un mensaje de amor y fe.)
Comments are closed