El Posadero Arrepentido
Escena 1: El Mesón de Belén – Una Noche Llena de Huéspedes (La escena abre con una vista del mesón, lleno de gente. Se oyen risas, música y conversaciones animadas. El posadero, Efraín, un hombre de mediana edad con una actitud apresurada y algo nerviosa, corre de un lado a otro atendiendo a sus clientes.)
Efraín: (exasperado, hablando con un ayudante) ¡Esto es una locura! Nunca había visto tantas personas buscando refugio al mismo tiempo. ¡Cada habitación está ocupada, y todavía llegan más y más viajeros!
(Un cliente molesto llama a Efraín desde el otro extremo de la sala, y él se apresura hacia él. De repente, la puerta se abre con fuerza, y el viento frío entra en el mesón. Efraín se vuelve para ver a una joven pareja en la entrada: José, con expresión preocupada, y María, claramente agotada y con el rostro pálido por el esfuerzo de su avanzado embarazo.)
Escena 2: Encuentro en la Puerta del Mesón (José, con los ojos llenos de desesperación, se acerca a Efraín mientras sostiene la mano de María.)
José: (con voz firme pero cansada) Por favor, señor... hemos viajado desde Nazaret. Mi esposa está a punto de dar a luz. Necesitamos un lugar donde descansar, solo por esta noche.
(Efraín los observa, dudando. Mira alrededor del mesón lleno y luego fija la vista en María, que respira profundamente, luchando contra el dolor de las contracciones.)
Efraín: (incómodo, pero firme) Lo lamento mucho, de verdad. Pero no tengo espacio... no hay habitaciones disponibles. Todo está lleno desde hace días.
María: (susurrando, con lágrimas en los ojos) Por favor...
(Efraín desvía la mirada, tratando de no sentirse conmovido. Respira hondo y señala hacia afuera.)
Efraín: (con remordimiento creciente) Hay un establo allá atrás. No es adecuado, pero al menos tendrán algo de refugio... aunque sea entre los animales.
(José asiente con tristeza, agradece a Efraín y, con cuidado, ayuda a María a salir hacia el establo. Efraín los observa marcharse, sintiendo una extraña punzada en el pecho.)
Escena 3: Interior del Mesón – Horas Después (La algarabía en el mesón se ha calmado. La música ha cesado, y los clientes duermen o se retiran a sus habitaciones. Efraín está sentado solo junto a la barra, con una copa de vino en la mano, mirando el fuego con la mente inquieta.)
Efraín: (murmura para sí) ¿Qué he hecho? ¿Cómo pude enviar a una mujer tan vulnerable al frío?
(De repente, se oye un leve susurro de campanas y una suave luz atraviesa una de las ventanas. Efraín se pone de pie rápidamente y se acerca a la ventana, intrigado. Afuera, ve a un grupo de pastores caminando apresuradamente hacia el establo, sus rostros iluminados con asombro.)
Escena 4: Exterior – Camino al Establo (Efraín, incapaz de reprimir su curiosidad, sigue a los pastores hasta el establo. La noche está tranquila, pero el aire parece vibrar con una sensación de santidad. Cuando Efraín llega al establo, ve a los pastores arrodillados ante un recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre. María y José lo observan con ternura.)
Pastor 1: (con voz reverente) ¡Un ángel nos dijo que este niño es el Salvador, el Mesías prometido!
(Efraín se detiene en seco, el corazón le late con fuerza. Mira al bebé con los ojos llenos de asombro, y las lágrimas comienzan a correr por su rostro. Se acerca lentamente, con las manos temblorosas.)
Efraín: (con voz quebrada) ¿El... el Salvador? ¿Aquí, en mi establo? Pero... ¿cómo es posible? Los ángeles... los pastores...
(José levanta la mirada y ve la angustia en el rostro de Efraín. Asiente, con una expresión de perdón y comprensión.)
José: (con calma) Sí. Dios eligió este lugar humilde para que naciera su Hijo. Y estamos agradecidos de que nos ofrecieras al menos este refugio.
Escena 5: El Arrepentimiento de Efraín (Efraín cae de rodillas, con las manos cubriéndose el rostro.)
Efraín: (llorando) ¡Perdóname! No entendí... No supe a quién estaba rechazando. Solo pensaba en el bullicio del mesón, en mis propios problemas...
(María sonríe suavemente y extiende una mano hacia él.)
María: (con ternura) Todos cometemos errores, pero este niño vino para traer amor y perdón a todos. Hoy es un día de gracia, incluso para aquellos que se arrepienten.
(Efraín levanta la mirada y ve el rostro inocente del bebé. Algo cambia en su corazón. Se levanta lentamente, lleno de una mezcla de humildad y asombro.)
Efraín: Haré lo que pueda para ayudar. Lo prometo. Si hay algo que necesiten, estaré aquí.
(La escena se cierra con Efraín ayudando a los pastores a ofrecer sus mantos y algunos alimentos a la Sagrada Familia. La luz celestial sigue brillando, mientras la música suave de villancicos llena el aire.)
Escena 6: Epílogo – El Nuevo Comienzo (Un año después, se muestra a Efraín ayudando a los pobres y recibiendo a viajeros sin hogar en su mesón, que ha convertido en un lugar de bienvenida para todos. Ahora, cada Navidad, recuerda el milagro que ocurrió en su establo y cuenta la historia del Salvador con un corazón lleno de fe y amor renovado.)
Efraín: (a un grupo de niños sentados a su alrededor) Nunca olviden que el regalo más grande de todos vino en la forma más humilde, y que la gracia y el amor de Dios siempre están presentes... incluso cuando menos lo esperamos.
Comments are closed