El Tejedor de Sueños
Escena 1: La Carpintería de José en Nazaret
(La escena se abre en una pequeña carpintería. Las herramientas de trabajo están ordenadas, y el sonido de un cincel golpeando madera resuena por el taller. José, un hombre joven con el rostro marcado por la preocupación, trabaja con intensidad, tratando de distraer su mente. Entra Simeón, un amigo de José, con una expresión de curiosidad y preocupación.)
Simeón: (mirando a José trabajar) José, amigo mío, apenas has hablado con nadie estos días. ¿Por qué te encierras aquí, en tu taller, desde el amanecer hasta el anochecer?
José: (suspira, dejando caer el cincel) Porque mi mente está en guerra, Simeón. Lo que he visto... lo que he oído... (mira a su amigo) María, mi prometida, espera un hijo. Pero no es un hijo común.
(Simeón frunce el ceño, confundido, y se acerca.)
Simeón: ¿Qué quieres decir? Sabes lo que la gente murmura. ¿Estás diciendo que…?
José: (interrumpiendo) María me habló de un ángel, de un mensaje divino... pero mi corazón duda. Y ahora, no sé qué hacer.
(José se sienta, con el rostro en sus manos, abrumado por el peso de la situación. Simeón le coloca una mano en el hombro, sin saber qué decir.)
Escena 2: La Primera Visión en Sueños
(Esa noche, José duerme en su modesta habitación. La escena se oscurece y luego se llena de una luz suave. Un ángel aparece en su sueño, radiante y lleno de paz.)
Ángel: (con voz serena) José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
(La luz se desvanece, y José se despierta de golpe, con el rostro bañado en sudor. Se sienta en la cama, tratando de comprender la magnitud de lo que ha visto y oído.)
José: (murmurando) Jesús... Salvador. (respira profundamente) ¿Cómo puedo ser yo, un simple carpintero, parte de algo tan grande?
Escena 3: La Conversación con María
(José encuentra a María en un campo cercano, recogiendo agua de un pozo. Ella se gira, con una sonrisa dulce pero llena de incertidumbre. José se acerca, luchando con las emociones.)
María: (suavemente) José... no esperaba verte aquí.
José: (con el corazón acelerado) María, he tenido un sueño. Un ángel vino a mí y... (se detiene, buscando las palabras) Me dijo que no temiera. Que el hijo que llevas es el Hijo de Dios.
(María siente que las lágrimas se acumulan en sus ojos y asiente lentamente.)
María: (con voz temblorosa) He orado por este momento, para que Dios te revele lo que me reveló a mí. No puedo imaginar lo difícil que esto es para ti.
José: (tocando su rostro suavemente) No entiendo completamente, pero sé que debo tener fe. Si Dios ha elegido este camino para nosotros, debemos caminarlo juntos.
(Los dos se abrazan, encontrando fuerza y consuelo en su amor mutuo y en la certeza de que no están solos en este viaje divino.)
Escena 4: Las Luchas y las Miradas del Pueblo
(José y María caminan por las calles de Nazaret. Los aldeanos los miran con curiosidad y desconfianza, susurrando a medida que pasan. José se tensa, pero sigue caminando con la cabeza alta, protegiendo a María.)
Vecino 1: (susurrando) ¿José realmente ha aceptado esta historia? Todos sabemos lo que significa...
Vecina 2: (con incredulidad) Él era un hombre tan honorable. ¿Qué ha sucedido con él?
(José escucha, y su rostro refleja el dolor de los rumores. Se detiene un momento, pero María le aprieta la mano, dándole fuerzas para seguir. Un anciano, Rafael, se acerca, ofreciendo una mirada compasiva.)
Rafael: (en voz baja) No es fácil llevar el peso de la fe cuando otros no la entienden, pero la fe verdadera nunca es sencilla.
(José asiente, agradecido por las palabras del anciano, y sigue caminando con determinación.)
Escena 5: La Segunda Visión en Sueños
(Esa noche, José vuelve a soñar. El ángel aparece una vez más, esta vez con una advertencia.)
Ángel: (con urgencia) José, levántate. Toma al niño y a su madre, y huye a Egipto. Herodes buscará al niño para destruirlo.
(José despierta, el miedo y la urgencia en su corazón. Se levanta rápidamente y se dirige a María, que también está despierta, como si hubiera sentido la misma inquietud.)
José: (con voz firme) Debemos irnos ahora. A Egipto. Es la voluntad de Dios.
(María no pregunta, confiando plenamente en José y en la guía divina. Comienzan a empacar sus pertenencias, y la escena se llena de la energía del sacrificio y la obediencia a un plan superior.)
Escena 6: La Partida y la Fe Renovada
(El escenario muestra a José, María y el recién nacido Jesús partiendo al amanecer. José conduce el burro en el que María sostiene al niño, mientras miran hacia un horizonte incierto. José se detiene un momento, mirando al bebé que duerme plácidamente.)
José: (en voz baja, con amor) No sé qué nos depara el futuro, pero sé que he sido llamado a protegerte. Mi fe ha sido probada, pero sé que Dios está con nosotros.
(María sonríe y aprieta la mano de José, y los tres continúan su viaje. La luz del sol ilumina sus rostros mientras avanzan, simbolizando la esperanza y la promesa de un nuevo comienzo.)
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