La Estrella Guía
Escena 1: Un Campamento en el Desierto al Anochecer (El escenario muestra un vasto desierto bajo un cielo estrellado. Tres Reyes Magos – Melchor, Gaspar, y Baltasar – descansan alrededor de una fogata. Se ven cansados y llenos de polvo por el viaje, pero hay determinación en sus ojos mientras miran hacia la estrella brillante en el cielo.)
Melchor: (mirando hacia la estrella con admiración) Mirad, hermanos. Sigue ahí, brillando intensamente, guiándonos noche tras noche. Pero, ¿cuánto más nos llevará este viaje?
Baltasar: (frotándose las manos con inquietud) ¿Y si todo esto es una locura? Hemos dejado nuestros hogares, nuestras familias... para seguir una luz en el cielo. ¿Y si no encontramos lo que buscamos?
Gaspar: (con voz serena pero firme) Pero hemos leído las profecías, y esta estrella no es cualquier luz. Nos ha traído hasta aquí por una razón. Debemos tener fe en que estamos siendo guiados hacia algo más grande.
(Melchor asiente lentamente, pero la duda persiste en el aire. Se oye el aullido del viento del desierto y el crepitar de la fogata.)
Escena 2: Encuentro con un Mercader de Especias (Los Reyes Magos viajan al día siguiente y se detienen en un mercado improvisado en medio del desierto. Un mercader de especias, con una gran sonrisa, los saluda.)
Mercader: Bienvenidos, nobles viajeros. Puedo ofreceros especias finas, aceites raros... Pero, decidme, ¿qué os trae a estas tierras áridas?
Gaspar: (con un brillo en los ojos) Seguimos esa estrella. Nos lleva al Rey de los judíos que ha nacido.
(El mercader observa a los Reyes con asombro.)
Mercader: ¿Un rey, decís? En un lugar tan humilde como este desierto... debe ser alguien muy especial.
Baltasar: (con una sonrisa pensativa) Sí, debe serlo. Pero, ¿por qué un rey nacería en la humildad?
Mercader: A veces, los mayores tesoros se encuentran en los lugares más inesperados. Que vuestra búsqueda os traiga respuestas.
(Los Reyes agradecen al mercader y siguen su viaje, con el corazón un poco más ligero pero todavía con preguntas sin respuesta.)
Escena 3: Una Tormenta de Arena – Prueba de Fe (De repente, una tormenta de arena surge. Los Reyes Magos luchan por mantener la visibilidad y seguir la estrella, que desaparece entre la furia del viento.)
Melchor: (gritando por encima del rugido de la tormenta) ¡No puedo ver la estrella! ¿Qué hacemos ahora? ¡Podríamos perder el rumbo!
Gaspar: (tapándose la cara con una tela) ¡Debemos mantenernos juntos y confiar! La estrella no ha desaparecido... solo está oculta por el momento.
(Baltasar mira alrededor, atrapado en un conflicto interno de miedo y esperanza. Se agarra con fuerza a su montura, susurrando una breve oración.)
Baltasar: (en voz baja) Dios, si de verdad nos guías, muéstranos el camino...
(La tormenta empieza a disiparse, y poco a poco, la estrella vuelve a brillar con claridad. Los tres Reyes la observan, sintiendo un alivio y un nuevo sentido de propósito.)
Escena 4: Llegada a Jerusalén – La Sombra de la Duda (Los Reyes Magos llegan finalmente a Jerusalén y son recibidos en el lujoso palacio del Rey Herodes. Herodes los escucha con una sonrisa que no llega a sus ojos.)
Herodes: (con una voz suave y calculadora) Habéis venido a buscar a un “Rey de los judíos”. Decidme, ¿dónde encontrasteis esta estrella que os guía?
Melchor: (respetuosamente) La seguimos desde Oriente. Nos lleva al lugar donde ha nacido el Mesías. Queremos adorarlo.
Herodes: (disimulando su ira) Qué curioso... Id y buscad a este niño. Cuando lo halléis, regresad y contadme dónde está, para que yo también pueda adorarlo.
(Los Reyes Magos se miran, algo perturbados por la actitud de Herodes. Cuando salen del palacio, Gaspar susurra a sus compañeros.)
Gaspar: Este rey no busca adorar al niño. Sus intenciones no son puras.
Baltasar: Lo sé. Pero debemos seguir nuestro camino. La estrella aún nos guía.
Escena 5: La Revelación en Belén (Finalmente, los Reyes Magos llegan a Belén. La estrella se detiene sobre un humilde establo. Se miran unos a otros, sorprendidos y emocionados, antes de entrar. Ven a María y a José con el bebé Jesús en un pesebre. Los Reyes caen de rodillas, sintiendo la santidad del momento.)
Melchor: (sacando un cofre de oro) Te ofrezco este oro, símbolo de tu realeza eterna.
Gaspar: (abriendo un recipiente con incienso) Y este incienso, para honrar tu divinidad, Rey de Reyes.
Baltasar: (presentando la mirra) Y esta mirra, un recordatorio del sacrificio que harás por todos nosotros.
(María los mira con agradecimiento, mientras el niño Jesús parece sonreír suavemente. Una paz indescriptible llena el establo, y los Reyes Magos comprenden que han encontrado al verdadero Rey, uno que reinará con amor y humildad.)
Escena 6: La Advertencia del Ángel (Esa noche, los Reyes Magos duermen cerca del establo. Un ángel aparece en sus sueños, con un mensaje urgente.)
Ángel: No volváis a Herodes. Él busca hacer daño al niño. Regresad por otro camino.
(Los Reyes Magos despiertan con un sobresalto y se miran, entendiendo la gravedad de la advertencia. Preparan sus cosas y se preparan para partir de manera sigilosa.)
Gaspar: Hemos visto al Salvador, y debemos protegerlo como podamos. Regresaremos a nuestras tierras con fe en nuestro corazón.
Escena 7: El Regreso y Reflexiones Finales (Mientras regresan por un camino diferente, los Reyes reflexionan sobre lo que han vivido.)
Melchor: Este niño, este Rey... no es como ninguno que hayamos conocido. Vino a este mundo para cambiarlo, no con poder, sino con amor.
Baltasar: (con lágrimas en los ojos) Hemos sido testigos de un milagro. Que su luz guíe siempre nuestro camino, aun cuando las estrellas no sean visibles.
(La escena se cierra con los Reyes Magos alejándose hacia el horizonte, con la estrella aún brillando detrás de ellos. Sus corazones están llenos de una nueva fe y propósito, habiendo encontrado al Rey prometido.)
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